Mucha gente me pregunta sobre sus relaciones. Contrariamente a lo que algunas personas suponen, casi la mitad de las personas que me consultan son hombres.

Cuando las mujeres tenemos un problema, siempre contamos con alguien a quien recurrir. Tomamos el teléfono y nos quedamos horas hablando con una amiga, una hermana o, incluso, nuestra madre.

Los hombres no cuentan con esta posibilidad, por lo general. Cuando se reúnen con otros hombres, hablan de trabajo, de deportes, de política… o de mujeres, pero en otro tenor. Suelen no tener con quién compartir sus inquietudes sentimentales o emocionales.

Quiero compartir una consulta que me realizó un hombre hace algún tiempo. Para salvaguardar su privacidad, cambiaré su nombre. Le resulta complicado tolerar el pasado de su mujer.

Estimada Merlina:
Soy divorciado desde hace 4 años. Hace dos años inicié una relación con una mujer, con la cual vivo desde hace un año. El problema es que me contó algunas de sus experiencias anteriores, que van en contra de mis valores e ideas (tuvo relaciones con un desconocido, con un casado y con dos mujeres). Es una buena mujer, pero cuando pienso en su pasado, no puedo ni dormir, la quiero mucho. ¿Qué puedo hacer para vivir en paz?

Silvio

Querido Silvio:

Creo que las relaciones entre las personas se basan en la aceptación. No somos perfectos, todos tenemos nuestro pasado, y nuestro bagaje de experiencias nos acompaña cuando iniciamos una nueva relación.

Entonces, la pregunta clave para hacerte es esta: ¿podrías aceptar a esta mujer tal cual es, con sus experiencias pasadas? 

Tienes todo el derecho de decidir que los valores de esta mujer, por más buena persona que sea, son demasiado diferentes a los tuyos como para ser feliz con ella, y determinar hacer algo al respecto. Si este enfrentamiento entre tus sentimientos y tus valores es tan fuerte que no te deja dormir, tal vez ella no sea la mujer con la cual compartir tu vida…

Si eliges quedarte con ella… tendrás que aceptarla con su pasado, desde el corazón, y comenzar a vivir más alegremente, conforme a esto.

¿Qué te viene a la mente?

Con cariño,

Merlina

¡Querida Merlina!

Agradezco con todo mi corazón tu consejo.

Silvio