La otra moneda

Merlina Meiler

Si alguien nos defrauda o nos hiere, solemos escuchar esta frase: “En tu lugar, le pagaría con la misma moneda”. ¿Qué significa esto? ¿Que si nos traicionaron, deberíamos traicionar, si nos agredieron, agredir, si nos mintieron, mentir…? No estoy de acuerdo, en absoluto. Pagar con la misma moneda implica dejar de jugar nuestro juego para […]

Si alguien nos defrauda o nos hiere, solemos escuchar esta frase: “En tu lugar, le pagaría con la misma moneda”. ¿Qué significa esto? ¿Que si nos traicionaron, deberíamos traicionar, si nos agredieron, agredir, si nos mintieron, mentir…?

No estoy de acuerdo, en absoluto. Pagar con la misma moneda implica dejar de jugar nuestro juego para permitir que nos arrastren a otro, que no conocemos. Es salir de nuestro eje y, en cierto punto, despersonalizarnos, para responder de un modo ajeno a nuestras creencias y a nuestra manera habitual de vivir la vida. Si reaccionamos con la misma moneda, estaremos teniendo un problema adicional, además del que nos provocaron externamente: el no ser genuinos. Tarde o temprano, esto causa conflictos intrapersonales.

Te propongo que, la próxima vez que alguien tome alguna actitud que te hiera o te moleste, no le pagues con la misma moneda. No estoy diciendo que no reacciones, pero sí que lo hagas desde tus convicciones, desde quien eres, valorando lo que crees que está bien y está mal. Ve más allá de tus propios límites, hasta el punto en que te sientas cómodo y dueño de tus palabras y de tus actos, o busca ayuda si precisas, pero toma solo actitudes que sean 100 % tuyas.

Protégete ante las agresiones, mas no respondas con una de ellas, para no dar lugar a una espiral ascendente de malos tratos. Pon un límite claro y no permitas que pasen de allí, con la mayor serenidad interior que puedas.

Si te traicionan o te mienten a repetición, no confíes más en esa persona. Mantenla tan alejada como te sea posible y no le des oportunidades de volver a hacerlo.

Si te hieren, herir no es la solución. Comprende lo que sucedió y, nuevamente, toma todos los recaudos necesarios para que la misma persona no vuelva a hacerte pasar por lo mismo otra vez.

Si te ignoran o no valoran tu trabajo, tus esfuerzos o tu dedicación, es lógico que te moleste: ¡hazte notar! ¡Redobla tu empeño y cree en ti para obtener visibilidad y reconocimiento! Así conseguirás todo lo que mereces.

Contenido relacionado

0 comentarios

Enviar un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Pin It on Pinterest

Share This