En una pareja, nunca aceptaría ser segunda de alguien. ¡Jamás!
Pero en los demás órdenes, ser segundo puede implicar muchísimos más aspectos buenos y positivos de lo que imaginas.
Ten en cuenta las siguientes preguntas y si la respuesta es afirmativa en todos los casos, ¡vanaglóriate de lo que has alcanzado!
- ¿Te encargaste de contar con la preparación necesaria?
- ¿Rendiste al máximo, dentro de tus capacidades?
- ¿Hiciste todo lo que estaba a tu alcance para ganar o destacarte al máximo, sin que ello implique una mala jugada en contra de tus adversarios?
- ¿Conservaste el espíritu de equipo?
- ¿Alentaste y permitiste que se lucieran los demás integrantes del equipo y empujaste en conjunto para obtener el mejor resultado?
- ¿Dejaste de lado sentimientos que podrían empañar el triunfo? (Como reírte de errores ajenos o hacer leña del árbol caído).
Ser segundo, en muchísimos casos, es también una poderosa razón para sentirse orgulloso.
¡Disfruta de tu segundo puesto y felicitaciones por haberlo alcanzado!
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