Mi mujer, ¿me engaña?

Merlina Meiler

Se habla mucho sobre la infidelidad masculina pero la femenina suele dejar atónitos a quienes la padecen. Es como si, en el caso de una mujer, fuera algo más abstracto o difícil de entender o de digerir.  O como si atentara directamente contra el núcleo familiar, mientras que la de los hombres es más común […]

Se habla mucho sobre la infidelidad masculina pero la femenina suele dejar atónitos a quienes la padecen. Es como si, en el caso de una mujer, fuera algo más abstracto o difícil de entender o de digerir.  O como si atentara directamente contra el núcleo familiar, mientras que la de los hombres es más común o tolerada.

En las consultas que contesto, un alto porcentaje de los hombres que me contactan lo hacen en relación con este tema.

Algunos tienen indicios claros de lo que está sucediendo e intentan negar la realidad, ya que es una situación que escapa a su propia imaginación. Es que muchos varones ni siquiera se animan a pensar en esa posibilidad de su señora y —menos aún— de la madre de sus hijos: no se les pasa por la mente. Creo que, por eso, cuando sucede, el golpe es tan grande que genera, en un principio, una gran negación a los indicios que la probarían.

Motivos

Los motivos detrás de la infidelidad femenina pueden ser muy variados y suelen ser, entre otros;

  • Insatisfacción emocional o sexual
  • Búsqueda de validación
  • Desconexión con la pareja
  • Falta de comunicación
  • Sensación de no ser escuchada o tenida en cuenta
  • Necesidad de un cambio, de salir de la monotonía

Ahí sobreviene la duda crucial que me han planteado: ¿cómo saber si mi mujer me engaña? Estas son algunas preguntas que te pueden ayudar a dilucidar si ya hay una tercera persona (o a evitar que esto suceda):

Tu mujer:

  • ¿Te hace permanentemente el mismo reclamo, respecto del cual no ve evolución alguna, aunque tú te hayas esforzado en complacerla?
  • ¿Ha comenzado a salir en horarios en los que antes estaba en casa?
  • ¿Es inhallable en ciertos momentos del día?
  • ¿Se ha comprado ropa interior nueva que no usa contigo?
  • ¿Adoptó rutinas de belleza muy diferentes a las de antes o se preocupa mucho más por su estado físico y por verse bien, pero a ti te sigue tratando con distancia?
  • ¿Se ve habitualmente con amigas nuevas que no conoces ni llaman por teléfono o visitan tu casa?
  • ¿Evita el contacto físico o aduce pretextos para no tener intimidad contigo?
  • ¿Tiene algún amigo o compañero de trabajo con el que se frecuenta pero con el que no quiere que tú tengas trato?
  • ¿Cierra la pantalla de la PC cada vez que te acercas?

Tengamos en cuenta que, con el auge de las redes sociales, hay más contacto con gente que no veíamos hace mucho tiempo y con exparejas o excompañeros de estudios. No sirve de nada ver fantasmas donde no existen PERO, si por alguna razón desconfías de lo que pueda estar sucediéndole a tu mujer (y a ti, de confirmarse),  piensa que también estás aceptando que algo en tu pareja no funciona como debería. La responsabilidad de lograr que la relación fluya y sea satisfactoria para ambas partes es compartida, y es probable que aún estés a tiempo de inclinar la balanza hacia tu lado: bien vale la pena intentarlo.

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