Todos queremos hallar a alguien que nos acompañe en la vida. Que nos haga vibrar, se conecte con nuestra esencia, nos valore y nos respete, y cumpla todos los sueños que albergamos.
Mas, ¿cómo saber si la relación que hay en nuestra vida es realmente saludable y productiva para nuestro ser? Acá hay varias ideas, para guiarte:
Un buen amor:
. Te permite ser quien eres, en todas las situaciones y ocasiones.
. Te respeta a rajatablas. El respeto no solo pasa por la ausencia de maltrato físico o verbal, sino también por tratar de cubrir tus necesidades (dentro de sus posibilidades), por darte tu lugar y por apoyarte de algún modo para que seas feliz en tu ocupación: profesional, artista, empleado, ama de casa, deportista o aquello a lo que elijas dedicarte.
. Da lo mejor de sí para comprenderte, y si no llega a hacerlo por tratarse de temas que no domina, o por diferencias culturales o de otro tenor, igual te alienta para que sigas alcanzando metas.
. Está a tu lado cuando lo necesitas, incondicionalmente.
. No tiene rollos cuando te encuentras con tus amistades.
. Piensa en ti y lo expresa de una manera que tú aprecias.
. No impone ni trata de convencerte de sus ideas, desacreditando las tuyas. Acepta el disenso.
. Se siente feliz al ver cómo te destacas.
. Tiene una vida independiente (aunque viva contigo) y no genera relaciones de dependencia.
. Te hace sentir una persona amada y deseada, aunque el tiempo haya pasado (si lo hizo al principio y luego cambió su conducta, ¡era solamente un arma de seducción!).
Si se cumple la mayoría de estas situaciones, ¡felicitaciones! Tienes un buen amor y estás en una relación saludable, que te hará brillar y progresar en el ámbito personal y familiar.
Si alguna premisa te parece importante y no se cumple, estás a tiempo de hacer modificaciones para cambiar lo que no te gusta y obtener todo lo que te mereces.
¿Qué otras situaciones indican que estamos ante la presencia de “un buen amor”?
0 comentarios